¿Cómo debemos responder a un transexual como Caitlyn Jenner?
By Jorge Cota In ArtículosEn una reciente entrevista televisiva, Bruce Jenner, reveló su lucha interna de toda la vida sobre su confusión sexual. Confesó que durante la mayor parte de su vida había sufrido en silencio tratando de ser alguien que no era. Una voz interna constantemente le decía que era una mujer. Bruce fue un talentoso atleta quien llegó a ganar la medalla de oro en los juegos olímpicos y desde joven sobresalió en todos los deportes para comprobarse a sí mismo que en realidad era un hombre. Ahora está mostrando su transformación al público y celebrándolo en la portada de la revista Vanity Fair su nueva identidad sexual, Caitlyn Jenner. Como cristianos, llamados a amar y ayudar a la gente acercarse a Dios, hay dos cosas fundamentales que debemos hacer ante casos como el de Bruce.
Ser Compasivos
Imagina un niño de 9 años, sufriendo en silencio por empezar a experimentar confusión en su identidad, son problemas internos que ninguna persona quisiera vivir, mucho menos un niño que no sabe por qué siente ser mujer cuando es varón. Así le sucedió a Bruce, a esa edad empezó a experimentar confusión sexual, y por temor al rechazo, al castigo y la vergüenza, prefirió mantener su sentir en secreto. Es así que creció un jovencito sufriendo en silencio, con luchas internas sobre su identidad sexual.
Lamentablemente, nadie le inspiró la suficiente confianza como para hablar su confusión. Si tan solo alguien hubiera estado ahí para comprender la angustia y el sufrimiento por lo que estaba pasando, no hubiera llevado esa carga solo y quizás la historia sería diferente.
Hay muchos jóvenes como Bruce que sufren en silencio, y ante una situación así las primeras personas que debieran sentir que pueden confiar son sus padres; pero no, la realidad es que la mayoría intuye que son los primeros que los van a rechazar. Es triste, pero hay muchos casos de padres que al enterarse de la confusión sexual de sus hijos o hijas, los juzgan cruelmente hasta correrlas de sus casas, y algunos casos se han conocido por terminar en suicidio.
Hay que entender, que ellos están sufriendo, por dentro anhelan no experimentar confusión y sentir atracción por el sexo opuesto como todos los demás. Entonces, seas padre, amigo, familiar, vecino, conocido de alguien que experimenta confusión, sé lo suficientemente compasivo como para crear confianza en la gente, y así deseen confiarte sus cosas, por más complicado que sea para ti entender. Para ello, es importante que vean en ti, una persona que no juzga a las personas, si no que las ama, las acepta y las ayuda en todo lo que puedes. Crea confianza y escucha.
Orar
Sin el afán de omitir juicios ni condenas, debemos entender que como cristianos no somos llamados a cambiar a las personas, sino amarlas por lo que son y no por lo que hacen. Recordemos que Dios es el único que nos puede liberar de las luchas internas. Lo mejor que puedes hacer por alguien que sabes está pasando por luchas internas sobre su identidad sexual, es orar.
Busquemos ser un facilitador y no un obstáculo para que la gente se acerque a Dios. Refleja el amor de Jesús, amando y aceptando a las personas. Dios es el que libera, nosotros tenemos que llevar a la persona de una manera sabia y prudente hacia su propósito en la vida, y la mejor manera de hacerlo es orando para que el Señor haga la obra. “Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El” Juan 3:17
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