Contento con el trabajo que odio

¿Te has dado cuenta que la gente cada vez está más descontenta con su trabajo? De hecho, se quejan de todo; el jefe, los clientes, el sueldo, compañeros de trabajo, condiciones laborales, y cuando hacen ‘más de la cuenta’. Sin embargo, quejarse es un cáncer cultural que acaba con todas las células benignas de nuestra sociedad. Como puedes ver, quejarse promueve una actitud de derecho a merecer en la fuerza laboral y destruye nuestra productividad. Descubre por qué quejarse está destruyendo nuestra productividad y cuál debería ser nuestra ética de trabajo.

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